El huerto ecológico cumple un año de existencia. Su ejemplo nos sirve a todos, pues viene a evidenciar que en esta sociedad primermundista en la que la escasez de tiempo y la dependencia del sistema forman parte del día a día podemos, en un ámbito completamente urbano, disponer de unos conocimientos y elementos mínimos que nos permitan desarrollar un cultivo ecológico, económico y sano a nuestra medida, y en nuestra propia casa.
Patatas, cebollas, lechugas, habas, tomates, coles, pimientos, hierbabuena..., y más, mucho más, han sido los frutos que este huerto ecológico nos ha dado además, como decíamos, de ser la evidencia de que la sostenibilidad en el medio urbano no solo es necesaria, sino posible.
No podemos ni debemos dejar de reconocer la labor que durante todo este tiempo ha venido realizando Miguel Palomo, ADN del CAM, quien ha mantenido operativo y vivo este huerto por ya 365 días. A él debemos que, cada vez que nos hemos acercado a este huerto, lo encontremos dando los frutos para los que fue pensado.
Un huerto no crece ni se cuida sólo. Necesita dedicación y, en el caso de Miguel, como en el de tantos otros Agentes Dinamizadores, esta dedicación ha salido de su tiempo libre, de forma completamente desinteresada. Por eso, sus compañeros, los propios ADN y la dirección de la empresa tuvieron el detalle de agasajarlo por un momento y distinguirlo por su labor, por su dedicación, haciéndolo coincidir con este primer aniversario. Aprovechamos también esta plataforma para darle las gracias porque, ciertamente..., ¡Miguel nos has llevado al huerto!.
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